sábado, 23 de junio de 2007

CRÓNICA DE VIAJE, ACERCA DE LA OBRA GRÁFICA (Acerca de la obra gráfica del autor)

Luis Arias Estrada


PRIMERO:

"En el barroco, el lenguaje, contrariamente a su uso doméstico, no se encuentra en función de la información sino en función del placer, es un atentado al buen sentido moralista y natural en que se basa toda la ideología del consumo y la acumulación. El barroco subvierte el orden supuestamente normal de las cosas". Severo Sarduy

A modo de presentación la tradición del grabado en Chile tiene sus raíces en el grabado de cordel o Lira Popular (1860 –1930) este tipo de impresión desarrollada sobre hojas sueltas en tamaño tabloide, venían a mostrar el imaginario de los poetas populares del valle central del país. En ellas se ilustraban temas a lo humano y lo divino. Quizás este tipo de registro viene a ser una de las bases del grabado en nuestro país y continente, hago aquí referencia al grabado social mexicano, el grabado popular del noreste del Brasil y el grabado social en Argentina.

En esta cartografía emocional es donde sitúo la primera obra gráfica que desde "Nuestra América" se produce, como es el caso de Huaman Poma de Ayala en Perú. Con el legado del grabado medieval que venía en los devocionarios y fusionado con el imaginario del Inca produce este cambio de piel que nos ingresa al mundo barroco y mestizo.

SEGUNDO:

"la fotografía repite mecánicamente lo que nunca mas podrá repetirse existencialmente." Roland Barthes,"La cámara lucida"

Esta es otra constante del registro, la producción que se origina a través de la apropiación, copia, y trasgresión de modelos. Del replantear los conceptos de identidad y simulacro.

Multiplicación y sustracción es el ejercicio de la memoria, ¿cual memoria? La del continente, la del individuo, la del arte como vehículo del lenguaje, todas estas respuestas arman un cuerpo lacerado y vulnerado. Entonces cobra sentido el ejercicio de producción y decontrucción.

..."algo terrible que hay en cada fotografía: el retorno de lo muerto"... Roland Barthes

Las fotografías del exterminio de los Selk’nam, las tres mujeres con cuerpos pintados y el Canaca, son parte de mi diario de viaje, en ellos reitero el proceso de la violencia como una constante de nuestra modernidad y de la identidad del continente, que asociado a la historia del arte (el grotesco, el kitch, el barroco) pasan a ser referentes de los circuitos de producción al igual que el grabado.

Por tal motivo, en esta obra gráfica hablo de pliegues visuales donde las fotografías se funden, desenfocan y mimetizan con el grabado en madera (Xilografía). Es una forma de colocar en tensión dos sistemas de producción por un lado artesanal la xilografía y por el otro industrial y mas masivo como lo es la serigrafía.

Las fisuras o grietas que entregan los discursos estéticos de nuestro continente: Arte, vida, diferencia, realidad, sirve para re-armar una estética de la resistencia frente a la noción de lo bello y normal de las cosas.

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