domingo, 5 de octubre de 2008

Para los compañeros de revista Plus...

por Aníbal Buede

Para los compañeros de revista Plus

Intuyo que es imposible hablar de lo que es hoy Casa 13 sin un pequeño ejercicio de memoria.

Inaugurar la casa con la toma del lugar, inaugurarla con un acto político.
Hace casi 16 años.

Casa 13 es una casa de artistas, está ubicada muy cerca del centro de la ciudad de Córdoba, en Argentina, y es el espacio artístico independiente mas antiguo del país.
Casa 13 es una casa, tiene un living, un comedor, un baño, cocina, estudio, un patio y hasta un zaguán.

Nunca hemos recibido ningún tipo de subsidio, ni de empresas privadas ni del estado. Esto por un lado ha sido un obstáculo importante ya que carecemos de infraestructura, pero por otro ha potenciado la idea de construcción colectiva.

La casa en sus comienzos tenía un nombre largo y pretencioso, “Centro de comunicación y bla bla bla…”. Con el tiempo fuimos comprendiendo que las recetas no nos venían bien, que debíamos accionar solo desde el deseo. Así fue como pasó a ser solo “Casa 13”, y lo que en un principio era una sala de exposiciones se transformó en un comedor diario, así como lo que funcionaba como sala de conferencias ahora es un living. En ese contexto se construyen lo que son las muestras mensuales que generan artistas de distintos lugares del país.
Hace 4 años se nos ocurrió que estaría bien bueno difundir nuestras ideas (también) en otro formato, y todos pensamos lo mismo… un programa de radio.
Hoy sigue al aire… se llama Trece.

A fines del año pasado cuando comenzamos a pensar en nuestros deseos sobre la Casa, la primera idea que emergió fue la de acentuar y radicalizar nuestro accionar político.
En esos mismos días se nos cruzó un pequeño libro, “Fracturas de la memoria”, de la crítica chilena Nelly Richard, y claro…

Lo heterogéneo / lo no idéntico / los colapsos de sentido / las sacudidas de la memoria / los presentes en curso / las fuerzas vitales / las relaciones y tensiones / el rito como experiencia comunitaria / lo domestico, lo popular, lo cotidiano, lo femenino / la duda / las voces desparejas /
la experiencia como relato / los pequeños testimonios en contra de la totalidad / el accionar desde los márgenes / …

Esas palabras hablaban acerca de este pequeño deseo que venimos construyendo hace más de 15 años.
Y volvimos a pensar en ese accionar
Y volvimos a pensar en esta construcción de sentido que es la casa, esta casa…
En quienes la construyen y en porqué.
Y pensamos en darles la palabra. Supongo que es algo que hemos hecho todo el tiempo pero ahora necesitábamos explicitarlo.
Darles la palabra también como acto fundacional de una nueva experiencia.
Invitarlos… si, qué bien nos/les suena.
Que sean ellos (lo son) los dueños de casa, que a su vez nos inviten a esas (nuevas) experiencias, a cruzarlas con las nuestras.

El arte es un acto político… la obra una experiencia.
Y si… los invitamos… Invitamos a artistas de Córdoba, de Tucumán, de Rosario, de Deán Funes, de General Roca, de Buenos Aires, de San Juan… y hasta de Valparaíso a cruzar sus experiencias con las nuestras, a generarlas, a que curen sus proyectos y nos inviten a su/nuestra casa.

Curar un proyecto expositivo.
Bajar un discurso. Gestarlo. Diseñarlo. Generar recortes políticos a favor de aquel discurso. Decidir, si… eso… tomar decisiones. Solo eso.
Volver a la primera lección, a Duchamp.
Un artista ES, en tanto decisión.
Pensarnos artistas, y por consecuencia lógica, curadores, gestores, productores.
Pensar en cada decisión que tomamos como un aporte más a nuestra carga política.
Pensar en el color de fondo de un paisaje que pintamos, en su marco dorado o negro como la noche, en montarlo en la pared o ubicarlo en el suelo, en circular por un lugar hostil o por otro amable, en iluminación puntual o en penumbra, en exponer en ese museo o en quemarlo…
Pensar y decidir… como si fuera poco.
Definitivamente, un curador debe ser un artista.

Nuevas experiencias.
Invitarlos a que crucen su idea de casa con la nuestra, sus ideas de la vida con las nuestras.

Quizás, solo para tener la certeza de saber que estamos vivos.
Como motor solo el deseo.
El más puro deseo.

* Este año hemos tomado la modalidad de invitar a artistas-curadores cordobeses y de otras ciudades a que diseñen y crucen sus proyectos con carácter de intervención sobre el espacio expositivo (la casa).
Las actividades se desarrollarán desde abril y hasta diciembre con cruces expositivos mensuales que constarán de dos proyectos, uno local y otro visitante, los que convivirán durante 15 días en la casa.
Los domingos de cierre de muestra se llevarán a cabo encuentros-meriendas con los curadores y artistas expositores, y un invitado así como público en general. La idea es tomar la exposición que se cierra, y a partir de ella y sus protagonistas, desarrollar pensamiento y sentido acerca de la escena local y nacional. En esas oportunidades serán presentadas las publicaciones mensuales que editará la casa.

Aníbal Buede
Invierno de 2008 en Córdoba.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es extraño como la idea de esta Casa 13 se va expandiendo, como por canales subversivos, haciendo todo lo contrario a "lo que se debe hacer".
Lo de esa casa no es visibilidad, es presencia.
Saludo que estén en Plus.