martes, 12 de junio de 2007

Aproximación al sentido de la práctica urbana

Luis Almendra


Hoy en día la práctica urbanística podría ser considerada como un factor que intenta dar lectura mediante el orden a la sociedad. Para ello, la proyección de nuevas visiones ante zonas de conflicto se ha transformado en un eje fundamental a discutir. Tal trama proyectual intenta detectar, vislumbrar y dar forma a grandes extenciones de flujos, direcciones, formas, señales y signos que conformarían la imagen en la ciudad de lo que es un complejo paisaje del fenómeno urbano.

Si como espectador, transeúnte y “ciudadano profesional” realizo un diagnóstico acerca de lo que ocurre con la práctica urbanística en el sector de la Costanera Norte de Concepción, (sitio ubicado a un costado del río Bío – Bío y que desde hace algunos años ha dejado de ser un sitio marginal para transformarse en lo que sería un extenso parque temático de áreas verdes y grandes esculturas) en términos generales podría declarar que ésta, la práctica urbana, se ha erguido sobre esta zona como una pseudo ciencia y falso campo flexible de estudio al momento de entregar soluciones.

Mediante un diagnóstico general, lo primero sería hacerme invisible cómplice y testigo acerca de la afiebrada disputa entre retóricas públicas v/s las necesidades de la gente. Esta relación de pugna pienso que ha dado nacimiento desde hace muchos años a la cruel aparición de la imagen fracasada de la práctica urbana en el sector mencionado, situación proporcionada en gran medida por la elaboración de cómodas ilusiones, supersticiones y simplificaciones generales toscas a la hora de formular y re – formular el sentido de la práctica urbana extendida a la ciudad.

Desde ya pareciera que la exploración del mundo real se ha visto truncada por mal formación endémica de una retórica pública sorda que intenta vanamente justificar sus medios de planificación técnica. Directamente nos referimos a las “políticas de urbanización” reinantes en Concepción (me imagino que existen), que han hecho de la “higiene” o del “acto de higienizar” el único punto de excusa clave a la hora de establecer nuevas estructuras urbanas que en el presente y el futuro quisieran ser erráticamente proyectadas como “estructuras modelos” conformadoras de una “ciudad modelo” o “ciudad modélica”. Este hecho, más que un modelo de acción, planificación y desarrollo, se ha transformado en un progresivo bombardeo hacia la ciudad y los ciudadanos mediante explosivos contagiosos que en esta oportunidad podría definir como “fetichismos urbanos”.

El fetichismo urbano es la práctica de una colonización del espacio público mediante los estandartes ultra – manipulados como son los elementos del arte y la cultura. Estos dos elementos vistos como un solo cuerpo compacto siempre han sido y son la dignificación simbólica del terreno, pero en el estómago de la práctica urbana actual este cuerpo se asume como una práctica colectiva que sólo es capaz de ahuyentar lo sucio, lo inmundo.

Desde ya la práctica urbana sumida en una retórica devota del orden público, se vislumbra como una gran “máquina - prótesis” que intenta dar forma a un cuerpo ajeno en nombre del arte y la cultura. Esto quiere decir que en su intento de proporcionar coherencia y una supuesta calidad de vida a las personas, somete a fuerza la propia urbanidad y su sentido mediante técnicas contenedoras mercantilistas. Vende un nuevo orden a la ciudad y una contención de lo urbano en nombre del progreso, el arte y la cultura (santa trinidad) agitando todo el espantajo del diseño y la arquitectura, proyectando extensos parques temáticos, gigantes maquetas inhabitables, raras esculturas en medio de costas y puentes. En fin, escenografías que sólo cumplen el objeto de ser imágenes vacías, sumergidas en las políticas de artistización estatales, estructuras por cierto estáticas y petrificadas, contrapuestas diametralmente al sentido puro del fenómeno del espacio urbano, entidad corpórea no entendida como la ciudad, sino asumida como la vida, las personas, lo que flota en la calle y jamás se cristaliza, lo magmático, un flujo infinito y natural de redes.

¿Cuál es la lectura que intenta ofrecernos este tipo de proyecto en medios de parques, carreteras, esculturas, marginalidad, basura y pobreza? ¿Será que estos proyectos semi fracazados necesitan de otros proyectos restauradores, para evitar el rotundo fracaso? ¿Esto es el paisaje caricatura de lo que quiso ser y nunca fue?

Ciertamente el territorio en cualquier parte del mundo es pensante y como tal requiere de un diálogo. Pero para que este diálogo sea fructífero, son las propias personas y organismos como generadores naturales de espacio quienes deben convertirse en seres sensibles capaces intervenir el entorno dejando de lado la arrogancia aplastante que hoy podemos observar en el tipo de práctica urbanística, que se vale de fetichismos para rearmar su cuerpo al estilo “tutifruti” para luego expandirse como la “cosa” en la ciudad, intentando sanar los espacios de su enfermedad, aplicando un colorete facial al rostro de un paisaje muerto.


1 comentario:

SSANTISDELAH dijo...

Sin duda la crítica social requiere además de conocimientos sobre el tema, una mirada constructiva y delatora de realidades las que pasan a ser casi imperceptibles para las multitudes que diariamente transitan y cumplen un rol definido y "socialmente aceptado" por todos, o por la mayoría..., sin embargo no deja de interesar el hecho de ver como los artistas plásticos de la región, y en particular de una generación que vivenció múltiples cambios estructurales, sociales y políticos se hacen parte, y en cierto sentido cargo de esta fachada superficial que pretende esconder un pasado y un presente del que nadie se siente orgulloso, es de este modo que aparecen estos telones virtuales con falsas expectativas para los cientos de pobladores que buscaban alguna solución a su pobreza y hacinamiento...., ó alguien ya olvidó los campamentos que por años estuvieron asomando sus rostros siempre por debajo de sus necesidades básicas y por supuesto tras el BIO-TREN, y que ahora se les da la "tremenda oportunidad" de adquirir la casa propia.....aunque ésta este donde el diablo perdió el poncho? y el sólo hecho de pagar los suministros básicos no les alcance para su tecito con pan o su comida del día..., es así como se agradecería la promulgación de estamentos asesores para los departamentos de urbanismo municipal, donde se pudiera conjugar o fusionar los adelantos estructurales e "identidad" regional......., el tema es francamente interminable dado su potencial único de intereses personales y agregados, pero desde mi humilde preocupación válido sea el comentario.

Almendra, compañero de U, grata sorpresa saber de tí.

Sussy Santis De La Huerta